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Servicio de rehabilitación logopédica (RILO)

 

La magnitud de los efectos de la falta de audición sobre el desarrollo cognitivo, afectivo y lingüístico del niño/a con sordera y sobre la estructura de las relaciones familiares, es tal, que sólo una intervención intensiva, precoz y perseverante puede permitir la compensación de aquellos aspectos que sean educables, así como la superación de las que son inherentes a la propia deficiencia. El inicio de la educación temprana ha de ser precoz como el propio diagnóstico.

 

Desde este servicio se incentiva y favorece el desarrollo global e intelectual y se dota al niño o niña de un instrumento de comunicación, potenciando el desarrollo de las áreas cognoscitiva, motriz, sensorial y verbal.

 

La intervención logopédica va cubriendo cinco fases:

  • Detección (presencia/ausencia de sonido).

  • Discriminación (adquirir la capacidad de distinguir si los sonidos son iguales o diferentes).

  • Identificación (elección, entre varias opciones, de la palabra, frase o sonido ambiental señalado).

  • Reconocimiento y comprensión (adquisición paulatina del reconocimiento del lenguaje fluido, mediante repetición de palabras y frases, llegando a mantener una conversación interactiva).

 

Desde este Servicio se realiza:

 

  • Estudio de la problemática: evaluación inicial de la audición y el lenguaje del niño o niña, en coordinación con los centros y servicios desde donde haya sido derivado.

  • Evaluación de todos los aspectos del lenguaje en cada niño/a: se realiza un informe que recoge toda la información del niño/a referente a situación familiar, situación escolar, estado comunicativo, necesidades específicas y plan de trabajo a seguir.

  • Plan de actuación: La unidad de evaluación determina los objetivos a lograr a través de la intervención.

  • Intervención terapéutica: De acuerdo a los objetivos correctamente jerarquizados según las características y posibilidades del niño/a se ejecuta el plan de intervención rehabilitadora.

  • Seguimiento del plan de actuación: en reuniones conjuntas se estudia cada caso de forma individual, evaluando el nivel de eficacia del plan de actuación y adaptando su desarrollo a las nuevas necesidades que el proceso vaya creando.

  • Fin de la atención por alta o derivación: en aquellos casos en los que el niño/a ha alcanzado los objetivos previstos o cuando se estima necesaria su derivación. Sin embargo, la mayoría continúan trabajando en el Servicio de Apoyo Escolar en coordinación con los Centros Educativos, para poder seguir el nivel educativo correspondiente a su nivel escolar.

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